Tenía miedo.
Por esa razón sonreía tímidamente y no sabía que decir.
No sabía como actuar, no sabía si lo que hacía estaba bien o mal.
Claramente no sabía que estaba haciendo.
Dude un par de minutos, pero supe que lo mejor era arriesgarse.
No pensé en él, pensé en mi, en el momento y en la otra persona.
No diré lo siento, por que en verdad me alegro.
Y quizás las cosas ya no sean como antes, quizás de un giro a mi vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario